Adiós a Eric Hobsbawn. En 2013 se publicará un libro póstumo.

Su último libro, "Cómo cambiar el
mundo", se publicó en 2011 y en él planteaba que con los problemas de la
economía en este comienzo de siglo XXI, había "llegado de nuevo el tiempo
de tomar a Marx en serio".
En junio pasado, celebró su 95 cumpleaños con
una cena a la que varias personalidades enviaron sus mensajes de tributo, entre
ellos el expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva, a quien Hobsbawm
describió como "el hombre que ayudó a cambiar el equilibrio del
mundo".
Su último libro, que según The Guardian está
actualmente en fase de corrección, se publicará póstumamente en 2013.
El hombre que con su fascinante estilo nos llevaba de viaje a las fábricas humeantes nos deja una bibliografía
imprescindible y un poquito de tristeza. Pero brindamos por su maravilloso
aporte al conocimiento humano.
ENTREVISTA
SU VIDA
Por Julieta Grosso para Télam
El historiador marxista, que murió este lunes a los
95 años, deja como legado más de veinte obras -entre ellos "Historia del
siglo XX. 1914-1991" y "Guerra y paz en el siglo XXI" que se han
convertido en una bitácora ineludible de la última centuria.
Marxista desde su juventud y considerado uno de los
pensadores más influyentes de Europa, el historiador murió esta mañana en el
Royal Free Hospital de Londres tras una larga enfermedad, según explicó su hija
Julia al periódico inglés The Guardian.
"La injusticia social necesita ser denunciada
y combatida [...] El mundo no se va a arreglar por sí solo", aseguró en
una de sus últimas intervenciones el hombre que no se conformó nunca con la
solemnidad del discurso erudito y decidió explicitar sus deseos y expectativas
a la par de sus rigurosas formulaciones sobre las sociedades contemporáneas.
Hobsbawm había nacido en el seno de una familia
judía en Alejandría, Egipto, en 1917, y creció entre Viena y Berlín, hasta que
se trasladó con sus padres a Londres en 1933, el año en que Adolf Hitler subió
al poder en Alemania, y se especializó en la modernidad que inaugura la
Revolución Francesa, es decir, los siglos XIX y XX, a los que dedicó numerosos
títulos.
Estudió en la Escuela de Gramática de Marylebone y
en el Kings College, Cambridge, antes de ser nombrado profesor de la
Universidad de Birkbeck en 1947, y fue el inicio de una larga relación con esta
universidad, de la que acabó siendo rector.

"Cualquiera que vio el ascenso de Hitler de
primera mano no podría haber evitado el ser moldeado por esto políticamente.
Ese chico está todavía dentro de mí, siempre lo estará", aseguró Hobsbawm
alguna vez.
Y aunque sus detractores le critican su renuencia a
reconocer los defectos de la Unión Soviética, la obra de Hobsbawn resulta
inobjetable a los ojos de cualquier erudito y es lectura obligada en las clases
de historia en las universidades del mundo entero.
"Pertenezco a la generación para quienes la
revolución bolchevique representó una esperanza para el mundo", confiesa
de hecho en su autobiografía "Años interesantes. Una vida en el siglo
XX", que se puede pensar como ensayo sobre su tiempo antes que un repaso
fragmentario por los acontecimientos de su vida personal.
Hobsbawm es el autor de cuatro volúmenes (desde
"La era de la revolución" a "La era de los Extremos") que
abarcan la historia de Europa los siglos XIX y XX, desde la Revolución Francesa
hasta la caída de la URSS, una obra que está reconocida como uno de los
trabajos definitivos sobre este período.
Además, como historiador dedicó buena parte de su
obra a temas tan diferentes como la historia del trabajo y del movimiento
obrero, los orígenes de la revolución industrial, la crisis del siglo XVII, la
historia de su país, Reino Unido, desde la revolución industrial y el
surgimiento del Imperio colonial e incluso la historia de la música jazz, de la
que era un gran aficionado.
Políglota y cosmopolita, Hobsbawm vivió en primer
plano la escalada del nazismo, estuvo en el mítico IX Congreso Internacional de
Ciencias Históricas de París, fue fundador de la revista Past and Present,
visitó Rusia tras la muerte de Stalin, estuvo en París durante el mayo francés,
fue intérprete del Che Guevara y durante muchos años fue crítico de jazz bajo
el seudónimo de Francis Newton.
La corriente historiográfica de la historia social
que el ensayista fundó con sus compañeros de Cambridge obró como una respuesta
a los métodos del positivismo del siglo XIX, que creía en una historia objetiva
y comprobable.
A partir de Hobsbawm y sus congéneres, los héroes
ya no fueron los reyes o los jefes de Estados, sino la sociedad: incluso en uno
de sus primeros trabajos, el historiador fue a trabajar con obreros en
Inglaterra y tradujo esa experiencia en elogiosos comentarios hacia los
trabajadores como sujetos trascendentes de la historia.
Una de los aportes más importantes del ensayista
fue la de la duración de los siglos: estaba convencido de que los cortes de los
períodos en la historia no los marcan los años, sino los procesos sociales y
económicos.
Como correlato de esa idea, en "Historia del
Siglo XX", que ha sido traducida a 40 idiomas y se puede considerar como
su obra más celebrada, Hobsbawm argumenta que el siglo XX empezó cuando terminó
la Primera Guerra Mundial, en 1917, y terminó con la caída del Muro de Berlín,
en 1989.
Por su interés en las revoluciones y la adaptación
de la sociedad al capitalismo de Occidente, Hobsbawm viajó a Latinoamérica en
varias oportunidades, principalmente a Colombia y a la Argentina.
Hace un tiempo confesó en una entrevista que se
sentía más cómodo en Sudamérica porque allí se seguía utilizando el viejo
lenguaje de la política que él conoció -revolución, socialismo, comunismo y
marxismo- y a tono con este ideario explicitó su deseo de ser recordado como
"alguien que no solo mantiene la bandera volando, sino que demostró que al
agitarla se puede lograr algo".
La familia de Hobsbawm publicó un comunicado en el
que destaca que "lo echarán mucho de menos no solo su mujer de los últimos
50 años, Marlene, sus tres hijos, siete nietos y un bisnieto, sino también sus
miles de lectores y estudiantes en todo el mundo".
BIBLIOGRAFÍA EN CASTELLANO
La era de la revolución,
Crítica, 2003, 1971.
Industria e imperio,
Ariel, 1988.
Bandidos, Ariel, 2003.
Revolucionarios. Ensayos contemporáneos,
Ariel, 1978.
La era del capitalismo,
Guadarrama, 1977.
La era del Imperio,
Crítica, 1998.
Los ecos de la marsellesa,
Crítica, 2003.
Historia del Siglo XX,
Crítica, 1994
Naciones y nacionalismo,
Crítica, 1998.
Gente poco corriente,
Crítica, 1999.
Entrevista sobre el siglo XXI,
Crítica, 2000.
Sobre la historia, Crítica,
1998.
La invención de la tradición,
Crítica, 2002.
Años interesantes: una vida en el siglo XX,
Crítica, 2003.
A la zaga: Decadencia y fracaso de las vanguardias
del siglo XX. Crítica, 2006.
Guerra y paz en el siglo XXI,
Crítica, 2007.
Cómo cambiar el mundo, Marx y el marxismo 1840-2011,
Crítica, 2011.
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