La psiquiatra Marie-France Hirigoyen habla de su nuevo libro editado por PAIDOS
Hirigoyen alerta en "Abuso de debilidad" sobre la manipulación de los débiles
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Gentileza EPA European Pressphoto Agency |
Barcelona (España), 22 sep (EFE).- La psiquiatra francesa
Marie-France Hirigoyen alerta sobre la fina línea roja que separa la
influencia de la manipulación en personas vulnerables, ya que "hay actos
-explica- que pueden no ser jurídicamente sancionables, pero sí
parecernos moralmente discutibles".
"La dificultad radica en que
esa barrera moral no es la misma para todo el mundo", añade Hirigoyen
durante una entrevista con Efe con motivo de la publicación en español
de su ensayo "Abuso de debilidad", editado por Paidós.
Por este
motivo, la psiquiatra, asesora de la justicia francesa en el "caso
Bettencourt", apoya la Ley de su país, dirigida a discapacitados,
personas mayores, niños y dependientes psicológicos, por la que una
persona puede ser penalmente sancionada por "abuso de debilidad", y
aboga porque en España se amplíe la ley que ahora ampara solo a la
tercera edad.
Artífice del éxito de ventas "El acoso moral",
traducido a 24 idiomas, Hirigoyen desgrana en su nuevo ensayo diferentes
tipos de abuso de debilidad en las relaciones de pareja, en la
manipulación de los hijos durante un divorcio o en las personas mayores,
y pone claros ejemplos de manipulaciones que sobrepasan la fina línea
de la influencia.
Especialista en terapias de acoso moral y
psicológico, Hirigoyen aboga por la obligación del Estado de proteger a
los seres humanos en las etapas más vulnerables de su vida y asegura que
una ley, aunque sea de difícil aplicación, siempre es útil si tiene
consecuencias penales.
La ley francesa sobre el "abuso de
debilidad", inexistente en España, tiene en cuenta la vulnerabilidad de
la víctima, el conocimiento de esa debilidad por parte del imputado y el
grave perjuicio causado, a la hora de aplicar sanciones.
Hirigoyen
dedica un capítulo de su ensayo a los niños manipulados por sus padres
en momentos de divorcio "que aumenta desde que los hombres pueden
acceder a su custodia" y aboga porque este delito esté penado y porque
la justicia actúe pronto, para no dejarlos en situación de indefensión.
"Los
niños tienen el derecho de amar a sus padres por igual, para que no se
conviertan en el futuro en unos manipuladores como reflejo de la actitud
de sus mayores y mi opinión es que el juez no les tiene que preguntar a
ellos con quien quieren vivir, sino decidir en función de la
situación", argumenta Hirigoyen.
Sobre el ejemplo de un anciano
con sus facultades lúcidas que decida tener una pareja joven y colmarla
de regalos pese al rechazo de sus hijos, Hirigoyen asegura que hay que
respetar la libertad de cada cual "por encima del estado de shock que
envuelva a su familia" y que nadie debe decidir por él.
"Habría
que analizar si hay un timo afectivo y el amor de la jovencita es
fingido, si el importe del dinero es perjudicial para la persona, en
función de su patrimonio, pero si la persona está lúcida, nadie puede
decidir por él", subraya.
"Yo no tengo la respuesta, pero planteo
este asunto en mi libro para que la gente reflexione al respecto, para
que analice si es más importante la libertad o la manipulación",
advierte la psiquiatra.
Sobre los supuestos chantajes
sentimentales que adoptan, a veces, los más débiles, Hirigoyen matiza
que "en este caso no se trata de un abuso de debilidad contra el fuerte,
sino de una manipulación y un chantaje afectivo".
Hirigoyen
asegura que las descripciones de manipuladores que aparecen en su libro
pretenden abrir los ojos a las personas para que desarrollen un instinto
especial frente a las trampas de estos sujetos.
La psiquiatra
define a las personas manipuladoras como "megalómanas, seductoras, con
una gran capacidad de mentir y manipular el lenguaje, maestras en
eufemismos y en las medias verdades" y asegura que existen por igual en
ambos sexos.
"Constato que en la actual sociedad hay muchas menos
coacciones que en el pasado y que somos más libres, pero estamos más
manipulados y compruebo que las mujeres actuales están mucho más
liberadas, pero que son mucho más sumisas psicológicamente y mucho más
frágiles", advierte Hirigoyen.
Nana de Juan
© EFE 2012
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