RESEÑA NE: CONDENADA de Chuck Palahniuk (Mondadori)

CONDENADA (DAMNED)
Chuck Palahniuk
Traducción de Javier Calvo Perales
Literatura Mondadori
Estamos de acuerdo: Chuck Palahniuk pertenece a la generación del efectismo. Pero a diferencia de otros pares como Bret Easton Ellis, que se quedó atrapado en la tardía juventud de drogas y fiestas de los personajes de sus primeras novelas; o Douglas Coupland, que describió las angustias, los sueños y la adicción al trabajo de un grupo de informáticos de Silicon Valley, y después de otro grupo y después de otro; Palahniuk encuentra en cada entrega de su obra (despareja, hay que reconocerlo) una nueva forma de asquearnos, asustarnos, sorpendernos o hacernos reír a carcajadas. Y a ese nuevo efecto le otorga siempre un final monumental.
Dos de sus últimas novelas publicadas en castellano, Pigmeo y Condenada, parecen mostrar un atisbo de ternura en el monstruo Chuck. En el caso de Condenada, Palahinuk contó en una entrevista con The Guardian que la escribió mientras cuidaba de su madre que agonizaba debido a un cáncer, época que definió como de una gran desdicha y a la que atribuye de algún modo la sencillez de su protagonista, Madison.
Booktrailer

Madison es una preadolescente, hija de unos millonarios excéntricos que llega al infierno tras haber muerto en unas circunstancias que no logra recordar. Y es en la descripción del infierno y en la búsqueda de adaptación a ese delirante entorno que hará Madison a modo de iniciación en donde está el toque Palahniuk. Regordeta, criticona e inocente a la vez, Madison tendrá que averiguar por qué está ahí, rodearse de un grupo de raros pero fieles compañeros y atravesar las distintas instancias del inframundo para llegar a… una oficina de trámites y descubrir una serie de verdades sobre su vida que la harán crecer de golpe.
El infierno de Palahniuk describe recorridos por terrenos sembrados de empalagosas golosinas, interminables proyecciones de El paciente inglés a modo de castigo, cruces a través de asquerosas zonas como el Desierto de la Caspa, encuentros con demonios que se comen a los condenados para luego escupirlos y dejarlos que se regeneren, como la gigantesca demonio, furiosa y sexualmente insatisfecha que doblegarán con un plan absolutamente descabellado, salpicados por los mensajes de Madison a Satanás con la intención de “presentarse” y sus terrenales consejos sobre cómo encarar la muerte y la posterior llegada al infierno (“…NO os muráis llevando zapatos baratos. Al Infierno se… en fin, se va con zapatos; todo lo que sea de plástico se derrite, y no os conviene pasaros el resto de la eternidad caminado descalzos sobre cristales rotos”…). Pero, sobre todo, los diálogos, la complicidad y las aventuras con su peculiar grupo; una porrista vulgar pero sagaz, un atleta, un punk y una suerte de nerd, hacen de esta novela una aventura deliciosa y extravagante en un infierno realmente original.

Divertida, tierna, fácil de leer y algo asquerosa (¡Es Palahniuk! ¿Qué esperaban?), Condenada es una lectura altamente recomendable e imprescindible para sus fans.