Novedades Editoriales Agosto 2014: LA BRUJITA DE PAPEL - Infantil
La cortada
Liza Porcelli Piussi
Cuando Godoy llegó a la cortada, recién habían empezado las vacaciones de invierno. Y aunque todos estaban en sus casas para recibirlo, nadie lo esperaba. Claro que entonces Godoy no se llamaba Godoy. En aquellos días, él era solo un perro de la calle. Sin casa y sin nombre.
Liza Porcelli Piussi: Se me dio por nacer el 24 de septiembre de 1977, crecí en Bahía Blanca y a los 18 años me subí a un colectivo que paraba en Bs. As. Bajé en Retiro y me tomé un subte hasta la universidad. Cinco años después ya era Licenciada en Psicología. A partir de ahí, comienzan montones de antecedentes laborales, una colección de especializaciones y cursos de todos los colores. Llegando al fin a delinear un currículum de bolsillo: "Todo lo que hice y hago ha tenido y tiene un indudable fin: Escribir. Lograr que mi ventana de palabras inspire a quien por allí mire para reírse, pensarse, emocionarse o preguntarse".
(Edición en Rústica)
Pablo Bernasconi
"Una mañana de sol, la vaca más coqueta de la granja se dio cuenta por primera vez, de que su cuero estaba lleno de manchas negras… "
Así comienza esta bella historia de manchas, búsqueda y descubrimiento donde una vaca muy especial se asoma a la aventura de ser distinta.
Pablo Bernasconi: nació en Buenos Aires en 1973. Es diseñador gráfico egresado de la UBA, donde fue docente de Diseño durante 6 años. Comenzó su trabajo como ilustrador en el diario Clarín en 1998, y actualmente trabaja para diferentes publicaciones de todo el mundo. Sus ilustraciones se publican en The New York Times, The Wall Street Journal, Daily Telegraph y The Times, y publica regularmente una columna gráfica de opinión todos los domingos en el diario La Nación. Ha publicado diez libros infantiles, como autor del texto y de las ilustraciones: El Brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos, El Diario del Capitán Arsenio, Hipo no nada, El Zoo de Joaquín, Cuero negro vaca blanca, Excesos y exageraciones, Los Súper Premios, Rebelión en Tortoni, El sueño del pequeño Capitán Arsenio y La verdadera explicación; dos libros de imágenes para adultos: Retratos y Bifocal, e ilustró más de diez títulos de autores de diferentes nacionalidades (María Elena Walsh, Gustavo Roldán, María Teresa Andruetto, Ursula Wolfel).
Ha recibido numerosos galardones por sus trabajos: Zena Sutherland Best Children Book of the Year (The University of Chicago, 2006), por Capitán Arsenio y 7 premios a la excelencia en la SND (Society of Newspaper Design), incluyendo la medalla de oro, entre otros. Dictó conferencias sobre ilustración y diseño en diferentes espacios y universidades: The University of Chicago (Estados Unidos), Feria de Edinburgo (Escocia); Diego Portales (Chile); Universidad de Buenos Aires, etc. Fue nominado por Argentina a los premios Andersen 2012, en la categoría ilustración. Participó en más de quince muestras colectivas e individuales, en Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Estados Unidos, Italia e Inglaterra. Actualmente trabaja desde Bariloche para Argentina y el mundo.
¿DÓNDE ESTÁ EL PERRITO?
Mathew Price
¡Es ese perrito! El que está haciendo desastres en el museo y escondiéndose en el zoológico. Pero el de la perrera lo anda buscando y si lo atrapa… Corriendo veloz por calles repletas de gente, nuestro perrito mantiene al lector buscándolo sin aliento, con la lengua afuera, en suspenso, hasta llegar a un ocurrente y tierno final.
Mathew Price lleva una vida entera trabajando con libros, no solo desde el lugar del autor, donde ha encontrado un espacio para desarrollar su creatividad y su interés por el lector que se inicia, sino también desde el lugar de editor, ya que es el
presidente de la editorial que lleva su nombre Mathew Price Ltd. que fue fundada en 1983 bajo el lema de: Educando a través del placer.
MUAMUÁ
Cecilia Pisos
Valentín y sus amigos están repasando los números. Y aunque a veces parezca difícil, contar cosas puede llegar a ser muy divertido, sobre todo si cuentan y juegan todos juntos.
Poco después del comienzo de clases, la seño Flor les anunció a los nenes de la sala de los Tiburones Sindientes:
—El año pasado aprendieron a contar. Vamos a repasar un poco. Para mañana traiga, cada uno, diez cosas iguales.
—¡Bien!—gritaron los nenes.
Pero Valentín se fue a casa preocupado.
¡Diez cosas eran tantas! ¿De dónde iba a sacarlas?
Cecilia Pisos: Nací en Buenos Aires, muy cerca de la primavera. Escribo desde los ocho años. A esa edad, empecé a inventar mis propios cuentos y poemas porque leía muy rápido los libros que caían en mis manos y me aburría muchísimo. Pasó el tiempo y seguí leyendo y escribiendo, fui a la universidad y estudié Letras, trabajé como profesora, investigadora y editora. Hasta que un día, por fin, encontré lo que verdaderamente me gusta hacer: escribir libros para chicos, muy parecidos a la que yo era cuando me escapaba, a caballo de una historia, de las pegajosas garras de la siesta. Algunos de mis libros son: Las hadas sueltas, Las brujas sueltas, Todos los ogros y El libro de los hechizos, Un cuento por donde pasa el viento, El té de la princesa, No te acerques a este libro, Dominó, Basta para mí, basta para todos, Como si no hubiera que cruzar el mar y Las termitas invasoras.
De la serie Guadalupe Sinverruga escribí: Una escoba para cada cosa, Las cajas mágicas, Concurso hechizado y Gol y regol!
EPAMINONDAS
Qué chico más abriboca
Graciela Bialet
Ilustrador: O'Kif
Graciela Bialet recrea maravillosamente este cuento de la tradición oral afroamericana, donde un niño llamado Epaminondas hace de las suyas cuando su mamá le encarga sus primeros mandados.
Epaminondas era un poco distraído. Su mamá había deseado mucho tener ese hijo, por eso le eligió un nombre inolvidable: Epaminondas.¡Tanto había consentido a su bebé! Pero ahora que ya iba a la escuela, se quejaba de que no supiese hacer esto o aquello, que se olvidara la mochila en cualquier lugar, las medias en la heladera, los chicles masticados en la tabla del inodoro… ¡Y se enojaba! “Olvidadizo. Despistado. Vive en la luna, este chico”…
Graciela Bialet: Nací y vivo en Córdoba. De niña no quería ser una princesa. Me parecía que las coronas eran muy pesadas y los vestidos demasiado grandes para andar corriendo.
Un hada sí, un hada quería ser. Con mi lápiz hacía un pase mágico e inventaba una historia, dejando espacio para las ilustraciones. Pegaba las hojas, les agregaba tapas, un título y ¡ya!... a leer. Los coleccionaba junto a otros, en una caja biblioteca que guardaba debajo de mi cama.
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