ENTREVISTAS NE: Cristian Arlia Ciommo, un nuevo autor fantástico para pensar y disfrutar (Séverled Ediciones)
En la
vida de Cristian Arlia Ciommo, este joven oriundo de Lanús que está por cumplir
treinta años, si hay algo que no sobra es tiempo. Por eso acordamos reunirnos
en un bar del Microcentro al que, puntual y bien vestido, acude el autor de La prisión de las sombras, publicado por
Séverled Ediciones.
Saluda,
se sienta, pide un café y acomoda las manos sobre la mesa del bar de Córdoba y
9 de Julio.
N.E.: Escribiste una novela épica,
fantástica, que también tiene muchos puntos que dejan pensando al lector. ¿Cómo
conjugaste ambos géneros?
C.A.C: La prisión de las sombras siempre fue
para mí un gran rompecabezas, cáotico y ordenado al mismo tiempo. Siempre tuve
en mente varios fragmentos que fluían en paralelo en un bloque de sentido y
lógica. Resultó más sencillo de lo que parecía: solo tuve que conectar los
puntos.
N.E.: ¿Quiénes son tus fuentes literarias,
los autores que de algún modo te marcaron?
C.A.C.:
Hay cientos de grandes que nos han dejado pensando, pero siempre admiré la
imaginación de Tolkien, los sorpresivos finales de Poe y el estilo metafórico y
desafiante de Nietzsche. De algún modo tuve la osadía de pensar en ellos
mientras escribía.
N.E.: ¿Qué te llevó a dar el paso, publicar
y empezar a darte a conocer? ¿Trabajaste mucho tiempo en este proyecto?
C.A.C:
En principio la necesidad de contar algo que empujaba por salir. Este libro
"encierra" una historia con un sentido más amplio que el escenario en
el que se plantea. Y desde luego el apoyo y la confianza brindada por Séverled.
La historia la ideó y comenzó a escribir tímidamente el joven de 15 años que
fui, pero casi todo el desenlace, y principalmente el final, lo concluí casi
llegando a los 30.
N.E.: ¿Qué esperás que encuentre el lector
al recorrer las páginas de La prisión de
las sombras?
C.A.C.:
Espero que se encuentre consigo mismo y que en lo posible se guste. Y que si no
se gusta que se guste por reconocer que no se gusta y que emprenda el camino
del cambio.
N.E.: ¿Estás trabajando en otros proyectos?
C.A.C.
¡En más de los que puedo! (Risas). Tengo planificado trabajar con otro escritor
para realizar una nueva novela en coautoría. Aún es un mero proyecto con unas
pocas líneas escritas, pero sería algo bastante distinto a La prisión...
N.E.: Queremos felicitarte por la presentación en la Biblioteca Nacional y por las que realizaste en la Feria del Libro el 25/4 y el 2/5. ¿Qué
sentiste cuando estabas firmando ejemplares en la Feria?
C.A.C:
En primer lugar un infinito agradecimiento hacia la Sociedad Argentina de
Escritores, por permitirme estar ahí y también con el público que se detuvo
para hablar conmigo y pedir que firmara su ejemplar. Por supuesto, también
mucho respeto a los grandes nombres de escritores consagrados que aparecían por
doquier en las gráficas del Stand.
El
tiempo, como dijimos al comenzar la nota, es algo que no abunda en la vida de
Cristian. Un llamado telefónico al que responde "sí, sí, en diez estoy por
ahí" nos indica que el reportaje está llegando a su fin. Máxime cuando
advertimos que, mientras habla con su interlocutor y nos sonríe amablemente, le
hace un gesto al mozo para que traiga la cuenta. Cuando termina el llamado, se
disculpa.
N.E.: Te deseamos lo mejor en tu carrera
como escritor. Esperamos recibir noticias sobre nuevos trabajos tuyos.
C.A.C.:
Les agradezco por brindarnos este espacio de difusión a los escritores que
estamos dando nuestros primeros pasos.
El mozo
trae la cuenta. Cristian nos invita con el café, deja propina, saluda y, con la
misma velocidad con la que llegó, se retira para continuar con el trajín
diario.
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