NOVEDAD: Ediciones Akal presenta una nueva edición del Libro de los pasajes de Walter Benjamin
Una edición en
rústica pensada para que este libro fundamental sea más accesible al público
latinoamericano.
LIBRO DE LOS PASAJES
Walter Benjamin
Colección Vía Láctea
Editor Rolf Tiedemann
Traductor Luis Fernández Castañeda / Fernando Guerrero / Isidro
Herrera Baquero
“El
fragmento es el material más noble de la creación barroca”,
advirtió Walter Benjamin en el Origen del
drama barroco alemán. Interpolar lo minúsculo para que “los pequeños particulares momentos” descubran “el acontecimiento histórico total” fue la divisa con la que
intentó hallar los orígenes del presente.
Imaginado primero
como el proyecto de un texto que compartiría con su amigo Franz Hessel, luego
como idea central de un ensayo jamás escrito –Pasajes de París. Un cuento de hadas dialéctico– y más tarde como
continuación de Calle de un solo sentido,
el libro de Los pasajes (Das
passagen - Werk), la insólita empresa intelectual, nunca redactada, con la que
Walter Benjamin pretendía trazar las coordenadas para crear una filosofía
material de la historia del siglo XIX es quizá la obra más ambiciosa y audaz
que acuñara pensador alguno en torno a la crítica de la modernidad.
A lo largo de trece
años, desde 1927 hasta su muerte en 1940, Walter Benjamin trabajó en la obra
capital que iba a ser el libro sobre París, el llamado Libro de los Pasajes, una filosofía de la historia del siglo XIX.
Buena parte de los textos mayores que escribió durante los diez últimos años de
su vida -el ensayo sobre la obra de arte, los trabajos dedicados a Baudelaire y
las tesis "Sobre el concepto de la historia"- surgió de los
"Pasajes". Todo lo que se conserva de este enorme trabajo -miles de
apuntes y fragmentos- se publicó por primera vez en el volumen quinto de las Obras completas de Surhkamp, que es el
que ahora se presenta íntegramente por primera vez en castellano.
A lo largo de sus páginas, el Libro de los Pasajes se erige en uno de
los más estupendos fragmentos de la literatura alemana, comparable a los Philosophische Lehrjahre, de Friedrich
Schlegel, y a La voluntad de poder de
Nietzsche.
Sobre el autor

Pensador alemán cuya
obra, fragmentada e incompleta, es, por su valor de sugerencia y proyección en
el pensamiento actual, una de las más relevantes del pasado siglo XX. Desde una
concepción definida como 'utopismo negativo', primero desde posiciones
marxistas definidas y, más tarde, con una visión que se inscribe en el espíritu
crítico de la Escuela de Fráncfort; Benjamin analiza la 'subversión de la
tecnología', esto es, su determinante relación con el arte y la cultura y la
autonomía de la sociedad. La dirección del desarrollo tecnológico diseñado
desde las posiciones de poder acentúa el poder, el control, el mismo sentido de
la innovación.
La comunicación y
las industrias de la cultura están presentes en su obra, que aborda aspectos
como la cultura de masas, la percepción, la función social y política de la
transmisión mecánica del conocimiento, las modas, el lenguaje, etc. La tecnología
predefine el contenido, como señala al analizar las transformaciones culturales
del cine, o la pérdida del 'aura', de la experiencia, de la vivencia, en la
reproducción fotográfica.
La técnica dirige la
comunicación, la orienta, la lleva a la masa, la convierte en un instrumento de
control por parte de las clases dominantes. Al tiempo, transforma el discurso.
No sólo se cambia la experiencia cognitiva por la 'experiencia tecnológica',
sino que el valor narrativo de la historia, la percepción cultural del pasado,
se degrada en el hecho comunicativo de la noticia, de la información, del valor
efímero de la reproducción. La toma de conciencia basada en la experiencia es
sustituida por la inducción de una construcción artificial o virtual de la realidad.
La dimensión
temporal de la experiencia narrativa desaparece en el sistema de medios, donde
prevalece la instantaneidad de la noticia. El valor de la experiencia colectiva
se diluye en la soledad del consumo técnico, en la inducción dirigida de la
'experiencia tecnológica'.
Entre los textos de
referencia sobre los efectos de la reproducción técnica del arte y la memoria se halla La obra de arte en la época de su
reproductibilidad técnica (1936), en el que teoriza acerca de los valores de la experiencia
y la información, sobre la percepción, experiencia y conocimiento, etc.
Tras siete años de
exilio en distintos puntos de Europa (en siete años, 28 direcciones), el último
pasaje de la vida de Walter Benjamin se halla en Portbou. Una muerte que ha
sumado zonas oscuras e hipótesis diversas. Durante años, ni siquiera se conocía
el lugar exacto del cementerio donde fue enterrado. A partir del año 1991, a
raíz de la investigación previa al rodaje de la película La última frontera y
la realización del Memorial de Dani Karavan, se localizaron los documentos
oficiales en el Ayuntamiento de Portbou que permitieron disipar dudas acerca de
cuáles fueron las circunstancias exactas de su muerte. No obstante, algunos
interrogantes siguen abiertos.
Los fragmentos que
se reproducen forman parte del libro de Lisa Fittko Mi travesía de los Pirineos (Barcelona: El Aleph, 1988), en el cual
esta activista que ayudó a cruzar la frontera pirenaica a numerosos refugiados,
explica su travesía con Walter Benjamin.
En enero de 1938, en
el puerto de Sanremo, despedía a sus amigos Theodor y Gretel Adorno, quienes
partían hacia Nueva York. Cuando estos le aconsejaron que siguiese el mismo
camino, Benjamin respondió: Hay posiciones por defender en Europa. En ese mismo
año, su hermano Georg, médico y concejal comunista en Berlín, era detenido. A
finales de febrero de 1939, la Gestapo retiró la nacionalidad alemana a
Benjamin. No podía abandonar Francia sin un permiso de residencia otorgado por
el país de destino que acreditase su condición de refugiado alemán. El 1 de
septiembre de 1939 fue internado en un campo de concentración y posteriormente
en un campo de trabajadores voluntarios en Nevers. A finales de noviembre, fue
liberado gracias a la intervención de amigos franceses y regresó a París, donde
escribió su último libro, inacabado: Tesis
sobre la filosofía de la historia (Über den Begriff der Geschichte Thesen).
En 1940, cuando la Francia de Vichy ya había firmado el armisticio con el
Tercer Reich y las tropas nazis estaban a punto de entrar en París, en el mes
de mayo abandonaba precipitadamente la ciudad (su apartamento había ya sido
registrado por las autoridades). Al día siguiente, Hitler ocupaba París.
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