#REGALO # FRAGMENTOS El primer ensayo de LA VISTA DESDE LAS ÚLTIMAS FILAS de Neil Gaiman (Malpaso Ediciones)
«Creo
que, en la batalla entre las armas y las ideas, las ideas siempre vencerán.»
CREDO (1)
Creo que es difícil matar una
idea, porque las ideas son invisibles y contagiosas, y se mueven con rapidez.
Creo que puedes contraponer tus propias
ideas a las ideas que no te gustan. Que deberías ser libre para discutir,
explicar, aclarar, debatir, ofenderte, insultar, enfadarte, burlarte, cantar,
dramatizar y negar.
No creo que quemar, asesinar,
hacer volar por los aires a la gente, aplastarles la cabeza con una piedra
(para extraerles las malas ideas), ahogarlos o incluso vencerlos sirva para
contener las ideas que no te gustan. Las ideas brotan donde menos te lo
esperas, como las malas hierbas, y son igual de difíciles de controlar.
Creo que la represión de las ideas
contribuye a propagarlas.
Creo que las personas y los libros
y los periódicos son recipientes de ideas, pero que quemar a las personas que
defienden una idea es tan inútil como poner una bomba incendiaria en los
archivos de un periódico. Ya es demasiado tarde. Siempre lo es. Las ideas ya
están fuera, escondidas tras los ojos de la gente, esperando en su pensamiento.
Se pueden susurrar. Se pueden escribir en los muros, en el silencio de la
noche. Se pueden dibujar.
Creo que las ideas no tienen que
ser correctas para existir.
Creo que tienes todo el derecho
del mundo a sentir con certeza absoluta que las imágenes de un dios o de un
profeta o de un humano que veneras son sagradas e incorruptibles, del mismo
modo que yo tengo el derecho a sentir la certeza de que el discurso es sagrado,
y que el derecho a burlarse, a criticar, a discutir y a expresarse es
inviolable.
Creo que tengo derecho a pensar y
a decir cosas inoportunas. Creo que, si quieres remediarlo, deberías discutir
conmigo o ignorarme, y que yo debería hacer lo mismo cuando considero que
piensas algo inoportuno.
Creo que tienes todo el derecho
del mundo a pensar cosas que yo encuentro ofensivas, estúpidas, absurdas o
peligrosas, y que tienes derecho a decir, escribir o divulgar estas cosas, y
que yo no tengo derecho a matarte, a mutilarte, a hacerte daño o a privarte de
tu libertad o de tus propiedades porque encuentro que tus ideas representan una
amenaza o un insulto, o son realmente detestables. Es probable que tú pienses
que algunas de las mías también son abominables.
Creo que, en la batalla entre las
armas y las ideas, las ideas siempre vencerán. Porque las ideas son invisibles,
y persisten y, a veces, hasta pueden ser ciertas.
Eppur si muove: y sin
embargo, se mueve.
1 Algunos pasajes de este texto se
publicaron por primera vez en The Guardian el 19 de enero de 2015, con
ilustraciones de Chris Riddell. Se publicó en su versión íntegra en The New Statesman el 27 de mayo de 2015, con
ilustraciones de Dave McKean.
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